Multipotencialidad

Lo primero que pensé al leer esto de “multipotencialidad” fue: oh, qué bien, ¡no es algo extraño ni malo! Y realmente fue un alivio.

Es otra etiqueta más que en este caso, puede ser útil para ayudarnos a entender nuestro funcionamiento y tomar decisiones profesionales.

Emilie Wapnick es la que popularizó el término – y si no habéis visto su TedTalk, os lo recomiendo.

Veamos un poco lo que dice la literatura científica sobre el tema.

En la tesis de Laurie Diane Shute (1999), el 84% de los alumnos con mejores resultados en la universidad eran “multipotenciales”. Pero otro artículo (Achter, Lubinski & Benbow, 1996) nos dice justo lo contrario: menos del 5% de los adolescentes con altas capacidades presentaban un perfil multipotencial. ¡Todo depende de los instrumentos que se usan!

La definición más utilizada es la de Fredrickson and Rothney (1972): the ability to“select and develop any number of competencies to a highlevel” Lo que viene a ser la habilidad para seleccionar y desarrollar varias competencias a un alto nivel.

La investigación sigue siendo escasa y todo depende de la definición tanto del concepto de “multipotencialidad” como de “altas capacidades”.

Ahora bien, en la práctica, creo que es un hecho que las Altas Capacidades se relacionan muchas veces con estos múltiples potenciales. La persona superdotada suele tener una variedad considerable de intereses, y “se le dan bien” muchas cosas. Tomar una decisión de orientación académica o profesional se puede transformar en una verdadera pesadilla para los gifted, dando lugar a ansiedad, estrés, confusión, frustración, enfado y tristeza por deber abandonar algunos de sus sueños.

Además, la escuela nos pide elegir de forma cada vez más temprana. ¿Cómo una adolescente de 14 años puede tomar una decisión tan difícil sobre su futuro? Superdotado o no, es algo muy complejo para esta edad. ¡Y para más adelante también!

Con miedo a tomar la decisión incorrecta o perder oportunidades valiosas… Realmente es violento pedir a una persona a quien le gusta hacer muchas cosas y encima tiene aptitudes para ello, que elija una sola vía profesional.

Y no, no es “anormal” o “malo” querer dedicarse a varias cosas. Creo que puede ser realmente un aspecto muy positivo para el mundo laboral actual y futuro, ya que está en cambio constante y que se pide cada vez más adaptación y polivalencia.

Ya no hará falta tantas personas especializadas en una cosa concreta, ni se tendrá el mismo trabajo toda la vida.

Eso es lo que hacía falta en la era industrial. Problema number 1: la escuela no ha evolucionado y sigue teniendo este enfoque de especialización y de productividad. Sobre este tema os recomiendo el vídeo de Ken Robinson sobre el paradigma del sistema educativo (es asombroso).

La orientación en los institutos es escasa, por falta de medios y/o de interés. Nos encontramos con jóvenes que no tienen ni idea de lo que quieren hacer y que no están motivados·as. ¿Pero cómo podría ser de otra forma? ¿Quién les acompaña, les guía, les aconseja, estimula su potencial, les reta…?

Habrá excepciones, como siempre, pero creo que gran parte de las escuelas transforman los estudiantes en máquinas de tragar y vomitar información, sin pensar, sin analizar, sin reflexionar. ¡Les apagan la mente y luego se quejan! (Como podéis ver siento bastante rabia frente a este tema, ejem, lo dejo aquí).

Ja, y ahora sólo puedo pensar en la película Divergente. Todos los miembros de la comunidad repartidos en “facciones” en función de sus talentos – y luego están los divergentes, que no encajan en ninguna facción porque podrían estar en todas a la vez. Y como no, están perseguidos y hay que aniquilarlos.

Pues te digo que tienes derecho a ser maestro de todo, maestra de nada. Y que tus múltiples intereses y aptitudes son realmente de gran valor para la sociedad.

Hace falta conectar campos, conectar ideas, crear desde la unión de perspectivas distintas. Hace falta adaptabilidad, tolerancia al cambio, autoaprendizaje.

¡Sólo tienes que ver las ofertas de empleo hoy en día! Un profesor tiene que ser también psicólogo, pedagogo, coach, informático o incluso ingeniero. Y un ingeniero tiene que saber múltiples idiomas, saber vender, entender las relaciones humanas…

Realmente no es ni bueno ni malo ser multipotencial o especialista: ¡son dos cosas totalmente complementarias!

El·la multipotencial puede crear soluciones nuevas, liderar, empatizar con los demás, adaptarse, sintetizar las ideas y aprender rápidamente nuevas habilidades.

El·la especialista puede aportarle lo que le falta – la maestría en un dominio muy concreto. ¡Y esto también es necesario porque puede mover montañas! Pienso en Greta Thunberg y su interés específico – el cambio climático – que está moviendo al mundo entero. De hecho, los perfiles específicos son característicos de las personas con #Asperger (aunque no siempre).

Toma consciencia de tu perfil e indaga en tu interior para ver que es lo que te mueve, que es lo que te impulsa. Esto es el primer paso para orientar tu vida en función de tus características – y a veces es mejor hacerlo con ayuda. Sé orgulloso de tu Curriculum Vitae multidireccional y con muchos cambios.

En otro artículo os hablo de la orientación profesional de las personas con AACC y os doy algunos consejos para llevar mejor esta multipotencialidad en el mundo académico y laboral, haciéndola valer en las empresas.

Bibliografía:

Shute, Laurie Diane, "An investigation of multipotentiality among university honors students" (1999). Doctoral Dissertations. AAI9942597.

Achter, J. A, Lubinski, D, Benbow, C. P (1996). Multipotentiality among the intellectually gifted: "It was never there and already it's vanishing." Journal of Counseling Psychology, Vol 43(1) 65-76